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CUATRO PALABRAS QUE DAN MIEDO

03 junio, 2006


El diputado Julio Dittborn del partido de extrema derecha Unión Demócrata Independiente (UDI), dejó bien en claro su postura y por ende la de su jerarquizado conglomerado: “No estamos dispuestos a modificar nada en la ley de educación que vaya en contra de la libertad de enseñanza” (1).
La UDI es el escollo más difícil de salvar, al menos en el congreso, para derogar la demoníaca ley promulgada por el dictador Pinochet.
El socio de armas de la UDI, Renovación Nacional (RN), también resulta un problema. Ahora más con la ascensión del proto fascista Carlos Larraín a la cabeza del partido.
Larraín comparte con la UDI el pertenecer a una congregación religiosa elitista, casi sectaria. En su caso al Opus Dei, grupo que junto a “Los Legionarios de Cristo” son por propia decisión “los destinados por Dios” a educar las elites de Chile. Otra cosa que comparte es su silencioso apoyo a la obra del general. Una obra de 3.000 muertos y millones de dólares robados al fisco.
Ellos, la elite gobernante, temen agregar esas cuatro palabras necesarias al final de la frase “El Estado de chile garantiza el derecho a…”.
Temen, realmente temen: si la libertad de enseñanza pasa a segundo plano, por debajo de la calidad, entonces el país “retrocedería” a los tiempos de la UP. Si hasta el Ministro de Interior Andrés Zaldivar “entiende” los planteamientos de los herederos de Jaime Guzmán. Este último (muerto por un comando del FPMR Autónomo), aparte de su esquizofrénico punto de vista en el cual los ricos son los enviados por Dios para ayudar a los pobres, también sentía una gran admiración por los dictadores. En su adolescencia por el genocida dictador español Francisco Franco y en su adultez por el traidor y cobarde Augusto Pinochet.
Sienten miedo. Es cosa de oír lo que dicen y leer entre líneas. Para ellos son los ricos los destinados a gobernar y la educación entregada a los pobres, sería anticristiano cuando menos. Porque abriría la posibilidad de que un pobre, un “no destinado”, adquiriera poder. Y eso solo podría ser obra de satanás.
Hay cuatro palabras que no quieren plasmar jamás en la constitución. Cuatro palabras que sus esbirros neonazis también temen y que a punta de amenazas y ataques contra los estudiantes movilizados desean evitar ver escritas.
Cuatro palabras que son un derecho adquirido desde que Chile se llama Chile. Desde que las manos de los trabajadores forjaron esta patria. Los trabajadores del salitre, del carbón, del cobre, de la industria, de la construcción, etcétera.
Cuatro palabras a las que Balmaceda intentó dar forma pero que el alzamiento del sector más reaccionario de las FFAA, la Armada, en unión a las elites arrumbadas en el congreso, evitaron escribir.
Es ese mismo congreso el que hoy se alza como el muro de contención de este derecho adquirido.
Adquirido por niñas y niños de nombres olvidados en las dolorosas horas de trabajo forzado por el hambre.
Adquirido por la sangre de quinceañeras y quinceañeros asesinados por la dictadura del cerdo Pinochet.
Adquirido en las tomas secundarias y en las barricadas universitarias. Lo mismo que en el paro de los trabajadores.
Adquirido de manos de la mujer que cada mañana ve partir a sus hijos, con la esperanza que la ración alimenticia que recibe en su colegio sea suficiente para que esa pequeña vida logre alcanzar la adultez.
Adquirido por las noches de estudio y somnolencia. Con la carne entumida y el estomago vacío. Con deseos de progresar y entender por qué si el padre y la madre trabajan tanto se nace, se vive y se muere pobre.
Adquirido este derecho, por último, en estos días de rebelión y abrir de ojos. En este mayo chileno heroico. Donde los héroes aún no alcanzan su completa madurez. Donde los héroes no son hijos ni escogidos de dioses, mas bien, en su gran mayoría, son hijos de los olvidados, de los miserables.
Y ese es el miedo mayor. Que estos miserables, los no escogidos, adquieran el conocimiento y el deseo de superación. Que se acerquen a su olimpo y amenacen con derribarlos de su trono.
Eso temen. Temen a las cuatro palabras aquellas: “una Educación de Calidad”.

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Referencias:

1.- Frase dicha en panel del programa “Medianoche” de TVN, el día jueves 1 de Junio.
* La imagen que acompaña al articulo corresponde a estudiantes del Liceo Domingo Santa María, en el norte chileno.

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