El imperialismo aplica sin contemplaciones la violencia. Si sus intereses lo demandan, no tiene el menor inconveniente en traspasar fronteras, reprimir al pueblo o conculcar derechos. Para alcanzar sus objetivos, aplica toda la violencia que considera necesaria y promueve cuantas invasiones considera útiles a sus objetivos expansionistas. Simultáneamente, utiliza todos los recursos de que dispone para deslegitimar la otra violencia, la de los oprimidos que, con menos recursos y con más conciencia, le hacen frente. El concepto de "lucha contra el terrorismo" es una herramienta diseñada por el imperialismo que la aplica de forma caprichosa a las expresiones de resistencia que va encontrando a su paso; expresiones que, por suerte, son muchas y variadas.
Esta confrontación ideológica es tan activa como la armada. Amplias capas sociales han asumido, sin la menor conciencia crítica, el discurso desmovilizador del poder. Pese a ellos, son muchos los sectores populares que, en diferentes partes del mundo, se enfrentan a las agresiones imperialistas y, desde su propia experiencia, se ratifican en una arraigada convicción: la lucha popular sigue teniendo vigencia.
Euskal Herria es uno de los escenarios mundiales donde se reproduce esta confrontación armada e ideológica. Es el territorio de Europa que cuenta con mayor densidad policial: policías españoles, vasco españoles, la guardia civil, destacamentos militares... La intervención militarizada contra la sociedad civil es continua: represión de manifestaciones, detenciones con espectacular despliegue armado? También el nuestro, es uno de los países donde más recursos se invierten en descalificar la contestación popular. Medios de comunicación adscritos al sistema, ilustrados pensadores bien remunerados, grupos "pacifistas" financiados con fondos públicos. Mensajes a favor de la "paz" (nunca de la justicia) conjugan sus esfuerzos para descalificar la lucha popular: quienes la practican son terroristas, violentos, antidemocráticos, anclados en estrategias desfasadas e ineficaces, que imposibilitan la necesaria confluencia popular... En Euskal Herria sigue arraigada la convicción de que la lucha es el único camino que nos dejan.
Comunicado de ETA del 8 de septiembre
Esta confrontación ideológica es tan activa como la armada. Amplias capas sociales han asumido, sin la menor conciencia crítica, el discurso desmovilizador del poder. Pese a ellos, son muchos los sectores populares que, en diferentes partes del mundo, se enfrentan a las agresiones imperialistas y, desde su propia experiencia, se ratifican en una arraigada convicción: la lucha popular sigue teniendo vigencia.
Euskal Herria es uno de los escenarios mundiales donde se reproduce esta confrontación armada e ideológica. Es el territorio de Europa que cuenta con mayor densidad policial: policías españoles, vasco españoles, la guardia civil, destacamentos militares... La intervención militarizada contra la sociedad civil es continua: represión de manifestaciones, detenciones con espectacular despliegue armado? También el nuestro, es uno de los países donde más recursos se invierten en descalificar la contestación popular. Medios de comunicación adscritos al sistema, ilustrados pensadores bien remunerados, grupos "pacifistas" financiados con fondos públicos. Mensajes a favor de la "paz" (nunca de la justicia) conjugan sus esfuerzos para descalificar la lucha popular: quienes la practican son terroristas, violentos, antidemocráticos, anclados en estrategias desfasadas e ineficaces, que imposibilitan la necesaria confluencia popular... En Euskal Herria sigue arraigada la convicción de que la lucha es el único camino que nos dejan.
Comunicado de ETA del 8 de septiembre
Con esa fecha la organización armada vasca emite un comunicado en el que hace la valoración de la presente coyuntura: Sitúa en el centro del conflicto la vigencia de una Constitución que limita el derecho de Euskal Herria a decidir su futuro de forma libre y democrática. Cuando dicha Constitución fue aprobada, buscó la integración/asimilación de nuestro pueblo en la legalidad española. 30 años más tarde, se ha convertido en el instrumento idóneo para mantener la negación política de Euskal Herria y su partición territorial.
ETA denuncia al Gobierno español y a sus socios, los autonomistas del PNV, el haber intentado una vez más la desactivación del independentismo y el desgaste de la izquierda vasca mediante el incumplimiento de los acuerdos pactados. Intentaron una nueva estrategia para forzar la rendición. Reitera que nuestro pueblo no tiene futuro en el actual marco constitucional. Al finalizar el comunicado, ETA se ratifica en su estrategia: "hasta conseguir las condiciones democráticas que permitan defender todos los proyectos políticos en Euskal Herria, ETA seguirá golpeando las estructuras del Estado español en todos sus frentes"
El contenido del último Boletín de ETA
En su último boletín interno, la organización armada hace un análisis más pormenorizado del proceso. Centra la clave de la solución en la propuesta de un Estatuto para los cuatro territorios que la izquierda ofreció hace varios meses y que fue rechazado tanto por el Estado español como por el PNV. Invita "a quienes luchamos por la construcción de una Euskal Herria libre, para que orientemos todos nuestros esfuerzos a fortalecer este proyecto". Vuelve a reafirmarse en la estrategia de lucha: "la supervivencia de este pueblo reside en luchar... la defensa de nuestro pueblo es una labor inaplazable... hay que responder a las agresiones que nos llegan desde las administraciones de los Estados español y francés... la izquierda vasca tendrá que luchar para crear un muro popular... es de suma importancia la reacción popular, la lucha de la calle y la movilización... hay que responder con firmeza para condicionar la estrategia represiva del enemigo".
El día del combatiente
El 27 de septiembre de 1975 el régimen dictatorial de Franco ejecutaba por fusilamiento a cinco militantes opuestos al Régimen: tres de ellos pertenecía al FRAP, organización antifascista y los otros dos, a ETA; se da la circunstancia de que uno de ellos -Txiki- era hijo de emigrantes españoles, se había trasladado con sus padres a Euskal Herria y se había incorporado a la organización armada vasca. A los pocos días de las ejecuciones moría el Dictador; se había hecho con el poder asesinando y fusilando terminaba su vida.
Desde ese año, se instauró en Euskal Herria el 27 de septiembre como DIA de recordatorio y homenaje a todas y todos los combatientes populares caídos. Este año, en las vísperas de la conmemoración, ETA remitió un comunicado al pueblo vasco reafirmándose en su compromiso militante y poniendo como ejemplo a un miembro de la organización que acaba de morir por enfermedad tras haber dedicado toda su vida a la lucha popular en el seno de la organización armada.
A lo largo de la jornada del 27 S, miles de personas salieron a las calles para manifestarse y honrar a los voluntarios que han caído combatiendo en la trinchera popular. Muchas de las marchas fueron acosadas o reprimidas por las distintas policías. En los diferentes actos políticos que se celebraron, se trasladó este mensaje: "Hemos sido condenados a elegir continuamente entre vivir en la opresión o luchar por la libertad... en esta tesitura, las y los voluntarios combatientes son ejemplo de libertad y de lucha para miles de patriotas y demócratas en la lucha a favor de Euskal Herria... la lucha es la que nos ha traído hasta aquí, con ella hemos conseguido fuerza para crear una nueva oportunidad para la libertad".
La respuesta del Estado
Mientras la izquierda vasca insiste en abrir una nueva oportunidad que resuelva definitivamente el conflicto, el Estado español, gestionado ahora por el Partido Socialista, responde de la única forma que sabe: la vieja y fracasada receta de de la represión. En un espectacular operativo, el día 4 de octubre detiene a 22 dirigentes de Batasuna. Analizaremos este hecho en próximos Boletines.
Euskal Herria, 8 de Octubre de 2007.
info@askapena.org
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