*Publicado con la autorización del autor
Finalmente Michelle Bachelet “decidió que dos ministros de Estado, al menos, que son el ministro Pérez Yoma, jefe de gabinete, y yo, fuéramos al Memorial de Jaime Guzmán que se inaugura ahí en la Portada de Vitacura y así lo haremos el día domingo en la mañana”. Afirmaciones del Ministro de la Presidencia José Antonio Viera Gallo, que reproduce el diario La Nación, vertidas en una entrevista a Radio Cooperativa (1).
Lo curioso de esto son las razones que da para asistir “el significado más profundo que tiene este memorial es el repudio al asesinato de un senador”. Un senador que ganó no por su esfuerzo o campaña, sino que arrastrado por el voto del bloque al que pertenecía. En circunstancias que el candidato que lo superó en votación, Ricardo Lagos, perdió ante él gracias a una constitución que este excelso senador asesinado se fabricó a medida. Una constitución hecha no solo para él, sino para toda la clase y la elite que representaba. Sin dejar fuera a los esbirros y los yanaconas que les sirvieron ciegamente.
“Yo creo que más allá de las ideas que el sustentó, más allá de las posiciones que él tuvo, (en) lo que no cabe la menor duda es que toda la ciudadanía debiera unirse en el repudio completo a un crimen que no tiene ninguna justificación” dice Viera Gallo.
Más adelante, en alusión a los cuestionamientos políticos a Guzmán por su estrecha colaboración con la dictadura de Augusto Pinochet, entre otras materias para la redacción de la Constitución de 1980, de sí este acto lo hacía sentir conforme dice "yo conocí mucho a Jaime Guzmán, seguramente de los que estamos en el Gabinete debemos ser, junto con el ministro Osvaldo Andrade, que fue su alumno, debo ser quizás quien más lo haya conocido" , o sea ¿un amigo?
Evidentemente un amigo defendería a quien justificó asesinatos en razón de un bien superior que nunca se llegó a entender del todo. Solo un amigo diría que el asesinato de alguien que defendió dictaduras como las de Franco y Pinochet, que es más, alentó y trabajo en su justificación legal y social, solo un amigo diría que ese asesinato es “injustificado”
Recordó también que “cuando estaba en tercer año en la escuela de derecho, él ingreso a primer año a la escuela o sea hicimos toda una vida hasta el año 73 de debate, de polémica, de lo que son las cosas propias de la lucha universitaria política" . Y agrega "después, claro, la relación se interrumpió obviamente con el Golpe Militar y recién se vino a reestablecer en encuentros ahí en el Parlamento después de un largo exilio y de un período de dictadura" .
La relación se interrumpió por el “Golpe Militar”, se reestableció después “de un largo exilio y de un periodo de dictadura”. La expresión “golpe militar” se parece mucho a lo de “pronunciamiento militar” repetido por los sectores de derechas chilenos, y que queda al medio entre “golpe de estado” y “pronunciamiento militar”. “Ni chicha ni limoná” hubiese dicho Víctor Jara. Amarillo digo yo.
Y lo del exilio, y la dictadura misma, valga repetir, son cuestiones que Jaime Guzmán avaló y protegió con la maquinaria legal, filosófica, social y económica que creó para el caso. Tratando de emular la sacrosanta dictadura franquista, que mucho admiraba.
Nadie que se diga democrático puede avalar un memorial que reivindique la calidad “democrática” de esta persona. Al menos no alguien que “amarillea” la idea de democracia. Y al parecer Viera Gallo la pinta bastante bien.
Los movimientos sociales que nacen a la luz del nuevo amanecer latinoamericano; las facciones de partidos que se rebelan contra la maquina burocrática que pactó la “no agresión” con los beneficiarios de la dictadura, son consecuencia, y buena consecuencia, de las acciones y palabras de personas como el señor Viera Gallo.
Dejemos pues que las baratas se muestren a la luz. Y huyan ante su fulgor, un fulgor rojo como el nuevo amanecer americano.
--------------------
Referencia:
(1) http://www.lanacion.cl/pro
Noticia relacionada:
http://www.lanacion.cl/pro
0 comentarios:
Publicar un comentario