EL QUE CALLA OTORGA

por Lucas Zahiri

Nos llega una noticia que, al no ser desmentida, toca a alarma general. El gobierno ingresó un proyecto de reformas a la Ley General de Pesca y Acuicultura vigente, con el propósito de posibilitar que las empresas salmoneras puedan incorporar a su patrimonio propio las concesiones acuícolas que operan en la Aguas Interiores de las tres regiones australes del país (Los Lagos, Aysén y Magallanes).Lo que significa que autoriza la privatización de las aguas nacionales. Se trata de un golpe notable contra Chile, y una indicación inequívoca que vamos extraviando cada vez más el camino.

Para hacer un cambio revolucionario, hacia el socialismo en este caso (ya que nuestro gobierno es “Socialista”), y para ello cito al Che, que se fundamentan en la conciencia revolucionaria, es decir, en la conciencia del deber social. “Sin conciencia del deber social no es posible una revolución.” Para avanzar rumbo al Socialismo, tenemos que elevar la conciencia del deber social, de no hacerlo se producirá, necesariamente, un hundimiento y la nulidad absoluta de nuestros derechos.

En la tarea de la construcción de esa conciencia se puede cometer errores, serán corregibles. Lo que no puede permitirse es ignorar la lucha interna, hacerlo es dejar el campo abierto a las tendencias antisocialistas y entregar el proceso con los ojos vendados en las fauces de los neocapitalistas.

No hay duda, la aprobación de esta ley nos evidencia la existencia de una corriente interna restauradora con el pasado militar y por lo tanto antisocialista, que le está haciendo mucho daño al país. Están intensificando la economía capitalista, y también la conciencia capitalista; Nos están dando golpes mortales.

Las privatizaciones que se han producido en este país a pasos acelerados y a espaldas de los ciudadanos es transformar claramente, sin tapujos, a seres humanos en objetos, en piezas, en mercancías, y entregarlos a la voracidad de la empresa privada. Un duro golpe al empeño de transformarnos en una sociedad donde el humano esté en el centro de todos los afanes, un duro golpe al Socialismo. Pero, además, es reconocer que la empresa capitalista puede resolver mejor que la sociedad, que el socialismo, los problemas de todos, es claudicar por el bienestar de los trabajadores y tomar el atajo de la más grosera restauración neoliberal.

Las privatizaciones que se están dando y que se seguirán dando (Si es que queda algo que privatizar) es muestra de que existe en nuestro gobierno un agresivo antisocialismo, una lacra francamente neoliberal. El combate a estas prácticas, abusos y engaños, debe ser nuestro objetivo en la necesaria batalla de ideas.

Este gobierno infame y abusador tiene como una de sus principales armas el chantaje de la proximidad de las elecciones y la supuesta necesidad de mantener la unidad, dicen falsamente y mintiendo descaradamente representar al trabajador y para ese engaño se sirven de reformistas de izquierda que nos meten el cuco de la derecha y nos ofrecen el “Mal menor”. De esta manera, consiguen una especie de impunidad para avanzar a pasos acelerados en las privatizaciones y el capitalismo neoliberal e inhumano.

Nosotros estamos cometiendo un grave error con el silencio y la inercia. Los cambios que el país requiere no pueden suspenderse ni olvidarse, esa es nuestra tarea, denunciar, reclamar, protestar contra los abusos a los que hemos y estamos siendo sometidos.

Eso es aislarnos de la lucha y someternos al capitalismo, si lo dejamos para adelante y pretendamos volver a la luchar, cuando pidamos a la gente que nos acompañe en el camino socialista, estarán atrapados por la conciencia capitalista y quizás para ese entonces serán nuestros enemigos.

¡Socialismo o muerte!

¡Unidad de la verdadera Izquierda ahora!

¡Avances del capitalismo, son retrocesos del Socialismo!